Alberca

Cocina Equipada

Comedor 

<p>A una hora de Brisas de Zicatela se encuentra Santiago Matatlán, conocido como la “Capital Mundial del Mezcal”. Este pequeño pueblo del Valle de Tlacolula guarda una tradición que ha resistido el paso del tiempo: la elaboración del mezcal ancestral, un proceso artesanal transmitido por generaciones y conservado en las fábricas familiares que aún funcionan con métodos originales.</p>

<h2><strong>Santiago Matatlán, el corazón del mezcal oaxaqueño</strong></h2><p>El paisaje de Santiago Matatlán está cubierto por extensas plantaciones de agave espadín, la materia prima del mezcal más tradicional de Oaxaca. En sus alrededores, los caminos polvorientos conducen a fábricas familiares —también llamadas palenques— donde las familias mezcaleras mantienen vivas las técnicas heredadas desde la época prehispánica.</p><h3><strong>Entre hornos de tierra y tahonas de piedra</strong></h3><p>El proceso ancestral comienza con la cocción del agave en hornos cónicos de piedra volcánica, cubiertos con tierra para conservar el calor. Después, las piñas cocidas se muelen con una tahona de piedra tirada por caballo o mula. Este método, aunque lento, otorga al mezcal un aroma ahumado y un sabor profundo que lo distingue de las producciones industriales.</p><h2><strong>Fábricas familiares que preservan la tradición</strong></h2><p>En Matatlán, muchas familias han convertido sus palenques en espacios de encuentro cultural. Lejos de la producción masiva, cada fábrica tiene su propio sello, su historia y su manera de destilar. Algunas se dedican exclusivamente al mezcal ancestral, elaborado con ollas de barro y leña, mientras que otras combinan tradición con pequeñas innovaciones sostenibles.</p><h3><strong>Ejemplo: Palenques que abren sus puertas al visitante</strong></h3><p>Entre las más reconocidas se encuentran palenques familiares que ofrecen recorridos donde se explica el proceso completo, desde el cultivo del agave hasta la cata final. En estos espacios, los visitantes pueden conocer a los maestros mezcaleros, escuchar historias sobre sus antepasados y aprender sobre la importancia del respeto al maguey y a la tierra.</p><h2><strong>El valor cultural detrás de cada botella</strong></h2><p>Más allá de su sabor, el mezcal representa la identidad oaxaqueña. Cada botella cuenta una historia de trabajo comunitario, respeto a la naturaleza y resistencia cultural. En los palenques, los saberes se transmiten de padres a hijos, asegurando que las futuras generaciones mantengan viva una práctica que forma parte del patrimonio intangible de México.</p><h3><strong>Mezcal ancestral: un símbolo de origen y autenticidad</strong></h3><p>El mezcal ancestral se diferencia del artesanal e industrial por sus métodos: fermentación en tinas de madera, destilación en barro y ausencia total de maquinaria moderna. Su producción limitada y su conexión directa con la tierra lo convierten en un producto de valor cultural incalculable, apreciado tanto por locales como por viajeros interesados en conocer la esencia de Oaxaca.</p><p><br></p><p>Recorrer la ruta del mezcal ancestral en Santiago Matatlán es adentrarse en una tradición viva que resume la historia, el trabajo y la identidad del pueblo oaxaqueño. Desde Brisas de Zicatela, este viaje permite descubrir un legado que trasciende generaciones y que sigue destilando, gota a gota, la autenticidad de Oaxaca.</p>

Ruta del mezcal ancestral en Oaxaca: Fábricas familiares en Santiago Matatlán

<p>Punta Zicatela, ubicada en la costa de Puerto Escondido, Oaxaca, se ha consolidado como uno de los puntos más vibrantes y auténticos del Pacífico mexicano. Este rincón combina playas extensas, olas reconocidas internacionalmente y un ambiente cultural que atrae tanto a surfistas como a viajeros que buscan experiencias locales genuinas.</p>

<h2>El encanto único de Punta Zicatela</h2><p>La zona de Punta Zicatela se distingue por su ambiente relajado y su cercanía con la vida cotidiana de Puerto Escondido. A diferencia de otras playas más concurridas, aquí se respira una esencia bohemia y local que invita a caminar, explorar y disfrutar de su entorno natural.</p><h3>Arena dorada y olas que marcan la diferencia</h3><p>La playa de Punta Zicatela ofrece un paisaje característico: arena suave y aguas intensamente azules. Es reconocida en todo el mundo por su oleaje, lo que la convierte en un referente para surfistas profesionales y amateurs. Durante gran parte del año, el espectáculo de tablas desafiando las olas es parte del atractivo visual de la zona.</p><h3>El ambiente bohemio y cultural</h3><p>Además de las olas, Punta Zicatela ha sido escenario de un crecimiento cultural notable. Entre sus calles y espacios se pueden encontrar murales, música en vivo y expresiones artísticas que reflejan la identidad oaxaqueña fusionada con influencias internacionales. Esta mezcla de culturas hace que la zona se perciba como un lugar único dentro de Puerto Escondido.</p><h2>Actividades que enriquecen la experiencia en Zicatela</h2><p>Más allá del surf, Punta Zicatela ofrece un abanico de actividades que muestran la riqueza natural y cultural de Oaxaca.</p><h3>Paseos al amanecer y atardecer</h3><p>Uno de los mayores atractivos es contemplar el amanecer o el atardecer desde la playa. El horizonte del Pacífico regala vistas inolvidables, con cielos pintados de tonos dorados, naranjas y violetas. Esta experiencia, aunque sencilla, se convierte en uno de los recuerdos más memorables de quienes visitan la zona.</p><h3>Gastronomía local frente al mar</h3><p>La cocina oaxaqueña también tiene un espacio importante en Punta Zicatela. Desde pescados y mariscos recién salidos del mar hasta platillos tradicionales como el mole o el tasajo, los sabores locales complementan la experiencia cultural del lugar. Comer frente a la playa, acompañado del sonido del oleaje, es parte de la esencia de esta zona costera.</p><h2>La conexión con la naturaleza en Punta Zicatela</h2><p>La riqueza natural de esta playa va más allá del surf y del ambiente cultural. Punta Zicatela permite una conexión cercana con el entorno, ofreciendo espacios ideales para quienes buscan relajación o contacto directo con la naturaleza.</p><h3>Observación de fauna marina</h3><p>Durante ciertas temporadas, es posible avistar tortugas marinas o incluso delfines en el horizonte. Estas apariciones son un recordatorio de la biodiversidad que resguarda la costa de Oaxaca y que convierte a Puerto Escondido en un destino privilegiado para el ecoturismo.</p><h3>Caminatas por la costa</h3><p>Recorrer la playa caminando es otra de las experiencias más recomendadas. La extensión de la costa permite largos paseos en los que se puede observar la vida local, desde pescadores al amanecer hasta artesanos ofreciendo sus productos en la zona.</p><h2><br></h2><p>Punta Zicatela en Puerto Escondido, Oaxaca, representa mucho más que una playa famosa por sus olas. Es un espacio donde la cultura local, la naturaleza y el ambiente bohemio conviven en armonía, creando un entorno auténtico y enriquecedor. Visitar este rincón del Pacífico es adentrarse en la esencia oaxaqueña, con experiencias que permanecen en la memoria mucho tiempo después de haber regresado.</p>

Punta Zicatela: El tesoro natural de Puerto Escondido, Oaxaca

<p>La costa de Oaxaca es reconocida por sus playas y atardeceres, pero uno de sus mayores tesoros se esconde en la noche. A pocos kilómetros de Brisas de Zicatela se encuentra la Laguna de Manialtepec, famosa por el fenómeno de la bioluminiscencia, un espectáculo natural que atrae a visitantes de todo el mundo. Este fenómeno convierte la experiencia en una de las actividades más sorprendentes y memorables de la región.</p>

<h2>¿Qué es la bioluminiscencia?</h2><p>La bioluminiscencia es un proceso natural en el que organismos microscópicos emiten luz al entrar en contacto con el movimiento. En la Laguna de Manialtepec, esta reacción convierte cada remada o chapoteo en destellos brillantes que iluminan el agua como si fueran estrellas flotando.</p><h3>La magia detrás de las aguas brillantes</h3><p>El brillo es producido principalmente por dinoflagelados, un tipo de fitoplancton que se concentra en ciertas épocas del año gracias a las condiciones especiales de la laguna. Su presencia crea un efecto visual único, difícil de encontrar en otros lugares de México.</p><h2>Mejor época para admirar la bioluminiscencia en Oaxaca</h2><p>Aunque la laguna presenta actividad lumínica en distintas temporadas, el fenómeno es más intenso durante la temporada de lluvias, entre los meses de junio y noviembre. En estas fechas, el agua dulce proveniente de los ríos y las lluvias favorece la concentración de organismos responsables del brillo.</p><h3>Recomendaciones para vivir la experiencia</h3><ul><li>Elegir noches sin luna o con mínima iluminación natural, ya que la oscuridad resalta la intensidad del fenómeno.</li><li>Mantener silencio y respeto hacia el entorno, pues se trata de un ecosistema delicado.</li><li>Evitar el uso de cremas o repelentes antes de entrar al agua, ya que pueden dañar el equilibrio de la laguna.</li></ul><h2>La Laguna de Manialtepec: más allá de la bioluminiscencia</h2><p>Además de este espectáculo nocturno, la laguna ofrece riqueza natural durante el día. Es un espacio rodeado de manglares que funcionan como refugio para aves migratorias y locales, convirtiéndose en un atractivo para los amantes del ecoturismo y la observación de fauna.</p><h3>Un ecosistema diverso y protegido</h3><p>La biodiversidad de la Laguna de Manialtepec abarca desde aves como garzas y pelícanos hasta especies de peces y reptiles. Esta riqueza natural ha convertido al lugar en un punto de interés no solo para el turismo, sino también para investigadores y fotógrafos de naturaleza.</p><h2>La bioluminiscencia como atractivo cultural y natural</h2><p>El fenómeno no solo representa un atractivo turístico, sino que también forma parte de la identidad de las comunidades cercanas. Habitantes de la región han transmitido historias y anécdotas alrededor de la laguna, fortaleciendo el vínculo cultural entre la naturaleza y la vida local.</p><h3>Una experiencia que conecta con Oaxaca</h3><p>Vivir la bioluminiscencia en la Laguna de Manialtepec es una oportunidad para conectar con la magia natural de Oaxaca y comprender la importancia de conservar sus ecosistemas. Cada visita recuerda el valor de proteger la riqueza biológica que distingue a este destino.</p><h2><br></h2><p>La bioluminiscencia en la Laguna de Manialtepec, ubicada cerca de Brisas de Zicatela, es una de las experiencias más sorprendentes que ofrece Oaxaca. Más que un espectáculo visual, representa la interacción entre naturaleza, cultura y tradición. Conocer este fenómeno es adentrarse en una de las maravillas vivas del estado, una experiencia que deja huella en quienes visitan la región.</p>

Bioluminiscencia en la Laguna de Manialtepec: un espectáculo natural en Oaxaca

<p>Puerto Escondido, ubicado en la costa oaxaqueña, es mucho más que un lugar reconocido por sus playas. Este destino combina naturaleza exuberante, tradiciones vivas y un ambiente cultural que lo convierten en un punto de encuentro único para quienes buscan conocer la esencia del sur de México.</p>

<h2>Playas icónicas de Puerto Escondido</h2><h3>Zicatela: capital del surf mexicano</h3><p>La Playa Zicatela es reconocida internacionalmente por sus olas gigantes, consideradas entre las más desafiantes del mundo. Este lugar es sede de torneos de surf y atrae a deportistas de distintos países. Pero más allá del deporte, la playa ofrece un paisaje vibrante, donde el mar abierto se une con la vida bohemia que caracteriza a la costa oaxaqueña.</p><h3>Carrizalillo: un rincón tranquilo</h3><p>A diferencia de Zicatela, la Playa Carrizalillo se distingue por su bahía pequeña y aguas más calmadas. El acceso se realiza bajando una escalinata de más de 100 escalones, lo que convierte la experiencia en algo especial. Es un punto perfecto para nadar, practicar snorkel y disfrutar de un entorno más íntimo.</p><h2>Riqueza natural y biodiversidad</h2><h3>Laguna de Manialtepec</h3><p>A tan solo unos kilómetros de Puerto Escondido se encuentra la Laguna de Manialtepec, famosa por un fenómeno natural sorprendente: la bioluminiscencia. En ciertas noches, el agua se ilumina con destellos azules gracias a microorganismos marinos, creando un espectáculo inolvidable. Además, esta laguna es hogar de aves migratorias y manglares que forman un ecosistema vital para la región.</p><h3>Avistamiento de tortugas</h3><p>Las playas de Puerto Escondido, como Bacocho y La Barra, son puntos clave para la liberación de tortugas marinas. Diversos campamentos ecológicos organizan actividades de conservación donde visitantes y locales participan en el cuidado de estas especies, reforzando la conexión entre comunidad y naturaleza.</p><h2>Tradiciones y cultura oaxaqueña en la costa</h2><h3>Gastronomía con identidad</h3><p>La cocina de Puerto Escondido refleja la riqueza culinaria de Oaxaca. Platillos como el tlayudo, el mole negro y los mariscos frescos capturan la esencia del lugar. Además, las bebidas tradicionales como el mezcal son parte fundamental de la experiencia cultural, ya que cuentan historias transmitidas de generación en generación.</p><h3>Festividades locales</h3><p>En Puerto Escondido se celebran festivales que muestran la identidad cultural de la región. Uno de los más importantes es el <strong>Festival Costeño de la Danza</strong>, realizado cada noviembre, donde comunidades de todo Oaxaca presentan bailes tradicionales, música y vestuarios llenos de color. Estos eventos fortalecen el orgullo local y ofrecen a los visitantes una visión auténtica de la diversidad cultural del estado.</p><h2><br></h2><p>Puerto Escondido, Oaxaca, es un destino que combina naturaleza, cultura y tradición en un mismo lugar. Desde playas icónicas hasta fenómenos naturales únicos y celebraciones que mantienen viva la identidad regional, cada rincón de esta ciudad costera invita a descubrir la riqueza de la costa oaxaqueña. Explorar sus paisajes y tradiciones es acercarse a la esencia de un lugar que conserva su autenticidad frente al mar del Pacífico.</p>

Puerto Escondido, Oaxaca: Un destino lleno de cultura, naturaleza y tradición

<p>Las olas de Punta Zicatela son famosas en todo el mundo. Ya seas principiante o experto, hay clases y renta de tablas para que vivas la emoción del mar desde temprano</p>

Surf al amanecer 

<p>La luz dorada, el sonido de las olas y el ambiente relajado hacen de cada atardecer un momento único. Ideal para fotos, charlas o simplemente para desconectar.</p>

Caminata por la playa al atardecer 

<p>Descubre textiles, joyería, productos naturales y creaciones únicas hechas por manos oaxaqueñas. Perfecto para llevarte un pedacito de la región contigo.</p>

Mercadito local y Tiendas artesanales

<p>La Punta está llena de rincones deliciosos para empezar el día con café orgánico, frutas frescas y pan artesanal. Muchos están a solo unos pasos del hotel.</p>

Cafesitos y Desayunos con vistas en Malagua Café

<p>Bares con música en vivo, cocteles tropicales y terrazas con vista al mar. El ambiente es bohemio, cálido y perfecto para cerrar el día con buena compañía.</p>

Vida Nocturna relajada

<p>Desde liberación de tortugas hasta recorridos en lancha por manglares o visitas a lagunas bioluminiscentes, hay opciones para todos los gustos y edades.</p>

Tours cercanos

<p>A solo unos pasos del hotel, esta playa es famosa por sus olas perfectas para surfistas, su ambiente relajado y sus atardeceres inolvidables. Ideal para caminar, tomar algo frente al mar o simplemente dejarte llevar por la vibra local.</p>

Punta Zicatela

<p>Un poco más extensa y con oleaje fuerte, es el epicentro del surf profesional. También encontrarás bares, restaurantes y una vida nocturna vibrante.</p>

Playa Zicatela

<p>Pequeña, escondida y de aguas tranquilas. Perfecta para nadar, hacer snorkel o pasar el día en familia. El acceso es por una escalinata, pero vale totalmente la pena.</p>

Playa Carrizalillo

<p>Una joya semioculta con ambiente más privado. Ideal para quienes buscan desconexión total y contacto directo con la naturaleza.</p>

Playa Coral

<p>Amplia y tranquila, es el lugar perfecto para ver el atardecer y participar en la liberación de tortugas, una experiencia que toca el corazón.</p>

Playa Bacocho

<p>Aquí, el ritmo lo marca el mar y cada día comienza con la brisa del Pacífico. Punta Zicatela es ese rincón donde la vida se vive sin prisa, entre olas perfectas, atardeceres dorados y calles llenas de sabor local. Ya sea que vengas a surfear, a descansar o simplemente a reconectar contigo, este lugar tiene algo especial para ofrecerte.</p>

Punta Zicatela 

<p>Un jugo, un smoothie, unos mates o tu café favorito, todo en un mismo lugar!</p>

Malagua Café

<p>Y si es acompañado de un cafecito, mejor </p>

Un gran throw back con tinto de verano!

<p>Si lo intentas y no eres feliz, fracasaste como lombriz </p>

Parte de nuestro equipo 

<p>Brunch y cafecito local te espera todos los días</p>

Un imperdible en la costa oaxaqueña

Cafecito en la costa de Oaxaca

¿ Quién para ?

<p>Croissant bañado en chocolate blanco y pistache </p>

Uno de los favoritos 

<p><strong>Servicio exclusivo de chef privado</strong></p><p><br></p>

Nosotros te consentimos , tu solo disfruta 

<p><strong>Consulta por tarifas personalizadas según tu estancia.</strong></p>

Nos comprometemos siempre a que tu estancia sea la mejor

<p><strong>¿Tienes fechas específicas? Escríbenos y te damos una tarifa personalizada</strong></p>

Servicio exclusivo de cocina privada

Pancho Villas es un hotel íntimo y acogedor en Punta Zicatela, Puerto Escondido. Con solo cuatro villas independientes de dos niveles, ofrece privacidad, comodidad y una atmósfera relajada a pocos pasos de la playa. Cada villa está equipada con cocina, baño privado y aire acondicionado, y el hotel cuenta con alberca, jardín, zona de masajes, cocina compartida y espacios al aire libre para convivir. 

Rodeado de la vida local y con servicio cálido, es el lugar perfecto para descansar, explorar y disfrutar Puerto Escondido a tu ritmo. pasos del mar. 
A solo 400 metros de la playa y rodeado de la vida local cafecitos, tienditas, restaurantes y bares, Pancho Villas ofrece una experiencia auténtica, donde cada detalle suma a una estancia relajada y memorable.

Pancho Villas Punta Zicatela

En Pancho Villas, la alberca es más que un espacio para refrescarse: es el corazón del descanso. Rodeada de vegetación, con camastros cómodos y luz natural que se cuela entre las palmeras, es el lugar perfecto para desconectar después de un día en la playa o simplemente dejar que el tiempo pase sin prisa.

En Pancho Villas, la cocina compartida está pensada para quienes disfrutan preparar sus propios alimentos o buscan mayor flexibilidad durante su estancia. Es un espacio amplio, funcional y completamente equipado.
Características:
- Servicio de preparación de alimentos disponible con costo extra
- 3 refrigeradores
- Estufa
- Microondas
- Tarja
- Horno
- Vajilla completa
- Cafetera
- Licuadora
- 2 comedores para uso común

Ideal para familias, grupos o estancias largas que valoran la libertad de cocinar a su ritmo. Aquí, cada comida puede convertirse en un momento especial.

Los dos comedores compartidos de Pancho Villas son espacios pensados para convivir y disfrutar con calma. Rodeados de vegetación y abiertos al aire libre, invitan a compartir comidas, charlas y momentos entre huéspedes, ya sea después de un día de playa o al preparar algo en la cocina común. Son el punto de encuentro perfecto para quienes valoran la sencillez y el buen ambiente.

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